martes, 14 de diciembre de 2010

Todo sobre mi mala suerte – Parte 1

Primero que nada les pido mil disculpas por el desorden en el blog, pero entiendan que la velocidad de nuestras vidas es mucho más rápida y constante que la velocidad de mis dedos al escribir estas líneas, condición exacerbada por los limitados minutos que tengo al día para bloguear y por estar viajando casi todo el tiempo. Cuando quiero escribir sobre algo particular, me veo enfrentado a otra situación que me gustaría comentarles casi inmediatamente para que estén al tanto de mis movimientos y al final las primeras experiencias terminan quedando colgadas, como fue el caso del viaje a Escocia y por ahora la continuación de mi viaje a Irlanda.

Reitero mis disculpas pero no puedo dejar pasar más tiempo sin recolectar todas las manifestaciones de esta mala suerte que me viene atormentando desde hace ya bastante tiempo. El otro día un amigo que hice en Londres me comentó que cuando vas a esos charlatanes que te leen el futuro de una manera u otra o cuando visitás a los chamanes, en realidad ellos están haciendo como un mini contrato con el diablo y uno de los efectos colaterales puede ser una racha de mala suerte. Por supuesto que yo no consulté los servicios de ninguna bruja, pero se que el año pasado alguien lo hizo por mi sin mi consentimiento. Sigo sin saber por qué y cual fue el resultado de esa consulta, pero más o menos a partir de ese momento es que se hizo notable mi incapacidad de tener dos logros constantes sin algo que salga mal. Habiéndole comentado esto a mi amigo me recomendó visitar un representante del otro bando, para purificarme un poco. Pero no se…después de leer este post quiero saber sus opiniones…¿consulto un profesional?

El 6 de octubre cuando salí de Argentina estaba esperando todo el tiempo la manifestación de mi mala suerte. Con los clásicos pormenores de un viaje (sin ser suficientemente importantes como para llamarlos “mala suerte”) llegué a Heathrow en Londres, tomé el underground sin problemas y al cabo de 1 una estaba en el centro de la ciudad. Pasé a buscar a una amiga y me recomendó tomar un bus hasta el departamento, porque como ya les comenté, el travel card semanal de buses cuesta £9 menos; el underground anda como quiere y la mejor forma de conocer Londres es arriba de un bus.

Trepé con mi valija de 32 kg, mi mochila gigante que pesaba unos 20kg y mi eterna compañera, la mochilita Samsonite azul, al bus y emprendimos el viaje. El tránsito estaba insoportable y al llegar al Vauxhall Bridge estaba totalmente detenido. Esto es normal para Londres en una hora pico, pero pasaba el tiempo y el bus no se movía. Ahí fue cuando el conductor dijo “gente, esta cerrada la calle, sorry pero no puedo avanzar”. Me bajé con todos mis trastes y como supuestamente estábamos a solo 400 metros del departamento empezamos a caminar. La razón por la cual la calle estaba cerrada era un accidente, pero como había sangre involucrada todo el perímetro estaba cerrado por la policía, o sea….ni siquiera podía ir caminando!! La única solución era ir rodeando todo Kennington Park (una caminata de un kilómetro más o menos) o meterse por el medio del parque. Uds. dirán…nada grave, pero después de un viaje de más de un día y acarreando tu mismo peso en equipaje una caminata por el parque es lo último que querés hacer.

En fin, sobreviví. Tomé esto como una señal de mi mala suerte, algo así como “Llegaste, descansá, divertite, buscá trabajo, pero recordá que yo sigo acá…buenas noches”.

La siguiente manifestación fue hace unas pocas semanas, al final de mi viaje por Irlanda. Todavía no les comenté en detalle el viaje y espero hacerlo pronto, pero para hacer una pequeña introducción a mi experiencia malasuertista les comentó que para terminar mi viaje “relajado” decidí volver en avión desde Dublin hasta Londres. De ésta forma en un intervalo de solo 5 o 6 horas podría llegar a mi departamento, cocinar una buena cena caliente, darme una ducha y descansar en mi propia cama. A la hora de planificar mi vuelo había encontrado una tentadora oferta de Ryanair (una de las aerolíneas low cost) en la que el precio final final (ojo con los costos escondidos cuando usan low cost) era de solo €32. Increíble, mi mala suerte había cedido!!.....mmmm….NO!

Para ese día ya estaba totalmente cansado de Dublín, me pareció una ciudad cara, sobrevaluada (no solo en lo monetario sino en la cantidad, calidad y relación costo/beneficio) de sus atractivos turísticos. Además mi visita fue congelada por una ola de frío polar que cubrió las islas de Irlanda y Gran Brteaña. Nieve sobre nieve, nevadas y lluvias constantes. La vereda se llenaba de pozos de nieve derretida dentro de la misma nieve. Ahí dentro se formaba un caldo helado de agua, tierra y basura. Un tremendo asco si te toca pisar ahí adentro porque venís distraído por los copos de nieve con forma de pelotitas de telgopor que te pegan en la cara impulsados violentamente por el viento lateral.

En fin, ya estaba relajado en mi hostel con mis mochilas armadas y mientras almorzaba me llega un mail de Ryanair avisándome que mi vuelo había sido cancelado ya que el aeropuerto de Gatwick (en Londres) estaba cerrado por mal tiempo. Empecé a sentir como la sangre subía a mi cabeza, oxigenando un poco mi cerebro y preparándolo para idear un plan de contingencia inmediata. El próximo vuelo salía al día siguiente, pero….¿quién me garantiza que abrirían el aeropuerto? ¿Quién me garantiza que siendo una aerolínea low cost y con viajeros demorados no nos hagan volar parados como si estuviéramos en un bondi? Y lo más importante ¿tengo que quedarme otra noche en Dublin? Noooo. Cancelé el vuelo, reclamé un reembolso del 100% y salí corriendo con mis mochilas (como verán siempre en mis relatos tengo que correr y con mucho equipaje encima) hacia la estación de bus.

La nieve había aflojado apenas un poco, no así el frío pero el trote hizo que no me importara mucho. Quedaban 5 lugares en el bus que se agotaron en solo 5 minutos después de abrir la boletería. Mi ilusión de una cena, baño y cama calientes se esfumaron en un instante. El sufrimiento duró 15 horas y ésta serie de eventos fue la que hizo prometerme a mi mismo no viajar a ningún otro lado por lo menos por un mes y medio. Es patético admitir que no pude mantener mi promesa, a los 3 días estaba viajando a Cambridge y una semana más tarde sucedería algo solamente comparable con el extravío de mi equipaje en India el año pasado.

Como la mayoría de ustedes sabe, el objetivo de mi viaje a Europa es y siempre ha sido conseguir trabajo. La idea era hacer base en Londres y buscar algún trabajito por ahí ya que la libra esterlina está fuerte. Mientras durara la búsqueda de trabajo pasaría los días recorriendo la maravillosa ciudad de Londres que tantas cosas tiene para ofrecer (y de la que tan poco he blogueado), alternando con pequeños viajes de no más de una semana hacia otras ciudades. Dado que estuve siendo un poco exquisito con respecto al proyecto al cual unirme tuve bastante tiempo para viajar, pero una vez que me di cuenta que la cuenta del banco estaba cediendo, empecé a bajar mis expectativas.

Y así fue como la semana pasada, más precisamente el miércoles (08/08/2010, tanto Beatle, tanta conexión, hasta se podría decir que el espíritu de Lennon me ayudó) conseguí trabajo en Hungría. Nada especial, no hablo el idioma, pero bueno, me daría de comer y es un nuevo desafío. Lo mejor de todo es que me necsitaban en su oficina en un galpón en el medio del campo húngaro el lunes siguiente a las 9 am. Ahí mismo comencé a buscar vuelos y para evitar cualquier tipo de inconveniente con las poco confiables aerolíneas low cost, compré un pasaje de British Airways. Además las low cost salen de aeropuertos medio pelo diseminados a 2 horas de bus de Londres (o media hora de tren, todo depende del presupuesto), en cambio British sale de Heathrow, una hora en tube, £2.40, tengo la estación a 2 cuadras del departamento, esto no me puede fallar!

CONTINUARA!!!

Nota: ninguna de las fotos es mía!

2 comentarios:

  1. Situacion 1: una persona habia probablemente
    muerto en un accidente de transito y sos VOS el de la mala suerte?

    Situacion 2: Helada descomunal que cerro todos los aeropuertos, nuevamente la vida de varias personas seguramente peligro por la helada y a vos te avisaron con anticipacion que se cancelaba el vuelo y te devolvieron toda la plata!

    Estas cosas que te pasaron no son mala suerte, son cosas que le pasan a todo el mundo todos los dias.

    Abrazo pablin!

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu opinion, varias personas me dijeron que son cosas que pasan todos los dias y es cierto. Pero es bastante frustrante que siempre me pasan todas juntas. Ademas, tambien pasan cosas "buenas" todos los dias, lo que llamariamos buena suerte....y casi nunca me tocan de esas, o por lo menos no con la misma frecuencia que los hechos que comente ahi arriba.

    Un abrazo! Que sigas bien y segui leyendo!

    ResponderEliminar